Muere Tim Wakefield, máximo lanzador y referente de los Boston Red Sox, a los 57 años

El caballo de batalla del cuerpo de lanzadores de los Medias Rojas, Tim Wakefield, regresó después de permitir que los Yankees conectaran un jonrón que puso fin al juego en la postemporada de 2003 para ayudar a Boston a ganar la Serie Mundial, poniendo fin a la maldición, el año siguiente. Wakefield, el máximo referente de los Medias rojas, muere a sus  57 años.

Sus estadísticas de béisbol y su compromiso de toda la vida con la caridad fueron destacadas en el comunicado de los Medias Rojas del domingo en el que también anunciaron su fallecimiento. Según Curt Schilling, Wakefield tenía cáncer de cerebro. Schilling reveló la condición de Wakefield en un podcast la semana pasada, lo que provocó una ola de simpatía por Wakefield. En ese momento, los Medias Rojas confirmaron una enfermedad pero no dieron más detalles, alegando que Wakefield había pedido privacidad.

Ser un atleta de talla mundial es una cosa; ser un ser humano extraordinario es otra muy distinta. Según el presidente de los Medias Rojas, Tom Werner, Tim eran ambas cosas. «Soy consciente de que su presencia hizo del mundo un lugar mejor». Rob Manfred, el comisionado de béisbol, y Tony Clark, presidente de la asociación de jugadores y ex compañero de equipo, expresaron sus condolencias en respuesta a la noticia. Charlie Baker, actual presidente de la NCAA, y Maura Healey, su predecesora. , así como equipos y atletas de las grandes ligas.

Incluso en el partido de Seattle contra Texas, el lanzador de los Marineros, George Kirby, rompió una bola de nudillos. En X, la plataforma que reemplazó a Twitter, los Medias Rojas publicaron un video homenaje. No sé si tengo que decirles algo, dijo el ex receptor Jason Varitek a los periodistas mientras luchaba por contener las lágrimas. Creo que lo demostró. Para representar con orgullo el uniforme durante el partido de final de temporada contra Baltimore, el entrenador de Boston, Alex Cora, ordenó a todos sus jugadores que se pararan en el dugout vistiendo solo sus camisetas, sin chaquetas ni sobrecamisas.

Cora dijo que han perdido a un hermano y compañero de equipo, un miembro de la familia». «Uno de los mejores compañeros de trabajo que he tenido. Punto. Tim Wakefield fue el único jugador con el que jugó que mostró mayor entusiasmo por su camiseta». Wakefield, una primera base seleccionada en la primera ronda del draft de los Piratas de Pittsburgh que establecieron récords escolares de jonrones, pasó de primera base a lanzador después de desarrollar su knuckleball en las menores. Ganó 200 partidos de Grandes Ligas, incluidos 186 con los Medias Rojas, utilizando el antiguo campo, que en gran medida había caído en desuso. Es el tercero de todos los tiempos en la historia de los Medias Rojas detrás de Roger Clemens y Cy Young.

Wakefield fue nominado por los Medias Rojas siete veces más antes de ganar el Premio Roberto Clemente por su espíritu deportivo y compromiso cívico en 2010. Además de servir como presidente honorario de la Fundación de los Medias Rojas, fue el primer capitán del Fondo Jimmy del equipo. , visitando a los pacientes para recolectar donaciones. para la organización benéfica que lucha contra el cáncer infantil.

Wakefield fue seleccionado para su primer Juego de Estrellas en 2009 con un récord de 11-3, lo que lo convirtió en el segundo jugador de mayor edad (detrás de Satchel Paige) en jugar un Juego de Estrellas. Cuando Wakefield ganó su juego número 200 en septiembre de 2011, era el jugador de béisbol de mayor edad. a los 45 y retirado a sus últimos seis bateadores.

A siete victorias de igualar el récord de victorias de la franquicia de Clemens y Young, anunció su retiro durante el siguiente entrenamiento de primavera. En ese momento, dijo: «Sigo siendo un competidor, pero al final creo que esto es lo mejor para los Medias Rojas». «Creo que esto es lo mejor para mi familia. Y para ser completamente honesto contigo, siete victorias no cambiarán quién soy ni me convertirán en un mejor hombre».

Wakefield, seleccionado en la octava ronda del draft de 1988 por Pittsburgh, pasó a lanzar como lanzador dos años después para mejorar sus posibilidades de llegar a las ligas mayores. A mitad de la campaña de 1992, fue ascendido, tuvo marca de 8-1 y quedó tercero en la votación del novato del año de la Liga Nacional.