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Indonesia continúa sembrando nubes para bloquear las lluvias que ocasionaron inundaciones, y mataron a 59 personas y dejó otras 16 desaparecidas

Las autoridades de indonesia siguen sembrando nubes el miércoles, tratando de frenar las fuertes lluvias y las repentinas inundaciones, que azotaron la isla de Sumatra durante el fin de semana, y mataron a unas 59 personas y dejó a otras 16 desaparecidas.

Las monzónicas lluvias ocasionaron un deslizamiento de tierra de lodo y lava fría del monte de Marapi, que provocaron desbordamientos de ríos. Las fuertes lluvias arrasaron pueblos de las montañas en cuatro distritos de la provincia de Sumatra Occidental antes de la medianoche del sábado. Las inundaciones arrasaron con personas y decenas de viviendas, sumergiendo cientos de casas y edificios, lo que obligó a más de 1.500 familias a evacuar la zona hacia refugios temporales del gobierno, según el portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres, Abdul Muhari.

Hasta el miércoles, según la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate se habían registrado 59 cadáveres recuperados entre el barro y los ríos, principalmente de las zonas más afectadas de Agam y Tanah Datar, a medida que los equipos de rescate continúan buscando a 16 personas, según los informes, están desaparecidas, de los 35 que en un principio se registraron como desaparecidos. Unos 33 aldeanos han resultado heridos.

La siembra de nubes permite dispersar partículas en las nubes para crear precipitaciones, modificando el clima. El objetivo de sembrar nubes era redirigir la lluvia a otras partes para continuar con la operación de búsqueda libre de inundaciones, que dificultan el trabajo de los rescatistas, dijo Suharyanto, jefe de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres.

Suharyanto, que al igual que muchos indonesios usan un solo nombre, dijo que la respuesta de emergencia continuará hasta el 25 de mayo. Las autoridades evalúan las zonas que ya no son habitables para reubicar a los residentes “fuera de la zona de peligro”. Suharyanto visitó el miércoles las aldeas afectadas en el distrito de Tanah Datar, el más afectado. Dwikorita Karnawati, directora de la Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica de Indonesia, dijo que las lluvias continuarán en Sumatra Occidental en los próximos días y las extremas lluvias podrían continuar hasta las próxima semana.

Un avión de la fuerza aérea fue enviado para disparar bengalas de sal a las nubes el miércoles para que liberen agua y se rompieran antes de llegar a las zonas devastadas de la provincia de Sumatra Occidental. La operación de siembra contó con una 15 toneladas de sal, afirmó. Muhari, portavoz de la agencia de desastres, dijo que la fuerza aérea de Indonesia trabajó en conjunto con la agencia de tecnología del país para llevar a cabo dos rondas de siembra de nubes el miércoles, cada una usando una tonelada de cloruro de sodio o sal.

Los equipos de rescate continúan trabajando entre los ríos y los escombros de las aldeas devastadas cubiertas por barro espeso, rocas y árboles arrancado de raíz, donde las carreteras se convirtieron en ríos marrones turbios. En Indonesia, las fuertes lluvias frecuentemente causan deslizamientos de tierra y repentinas inundaciones, una nación archipiélago de más de 17.000 islas donde millones de personas viven en zonas montañosas o cerca de llanuras aluviales.

Marapi ha permanecido activo desde una erupción a finales del año pasado que mató a23 escaladores. Dentro de los más de 120 volcanes activos de Indonesia, país propenso a sufrir agitaciones sísmicas debido a su ubicación en el “Anillo de Fuego” del Pacífico, un arco de volcanes y fallas que rodean la cuenca del Pacífico.