InternacionalesPolítica

Los países intentan redactar un “tratado pandémico” para evitar los errores cometidos durante el COVID-19

Después de que la pandemia del coronavirus desencadenará confinamientos no antes esperados, trastornos en la economía y mató a millones de personas, países de todo el mundo junto a los líderes de la Organización Mundial de la Salud prometieron hacerlo mejor en el futuro. Años después, los países continúan intentando elaborar un plan sobre cómo responder ante el próximo brote global.

El viernes finalizará la novena y última ronda de conversaciones entre los gobiernos, grupos de defensa y otros para finalizar un “tratado sobre la pandemia”. Entre los objetivos se encuentran directrices sobre cómo los 194 países miembros de la OMS podrán detener una futura pandemia y la forma correcta de mejorar los escasos recursos. Los expertos advierten que no existirán consecuencias para quienes no lo cumplan.

Los países miembros de la OMS han pedido a la ONU que supervise las conversaciones para el acuerdo pandémico en 2021. Los enviados han trabajado durante largas horas en las últimas semanas para conseguir un borrador antes de la fecha límite autoimpuesta a finales de este mes. La ratificación del acuerdo se ha consolidado en la reunión anual de la OMS, pero se podrían ver descarriladas por las profundas divisiones.

Los senadores republicanos estadounidenses enviaron una carta a la administración de Biden la semana pasada quejándose de que el borrador se ha centrado en cuestiones como “triturar los derechos de la propiedad intelectual y sobrealimentar a la OMS”. Intentaron convencer a Biden de no aprobarlo. El departamento de salud de Gran Bretaña dijo aceptar el acuerdo si era de firme interés nacional del Reino Unido y respetara la soberanía nacional.

Muchos países en desarrollo se han quejado de que se espere que proporciones muestras del virus para ayudar a fabricar vacunas y tratamientos, que luego no podrán ser costeados. Una profesora de relaciones internacionales de la Universidad Griffith de Australia, Sara Davies, dijo que el acuerdo contra la pandemia es una iniciativa altruista, pero no contempla realidades políticas.

Según Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, el acuerdo que intenta abordar la brecha que se produjo entre las vacunas contra la COVID-19 en los países ricos y más pobres, equivale a un fracaso moral catastrófico. Según el borrador, la OMS debe quedarse con el 20% de la producción de productos relacionados con la pandemia, entre ellos pruebas, tratamientos y vacunas, a la misma vez que insta a los países a revelar sus acuerdos con empresas privadas.

Un experto en salud global de la Universidad de Harvard, Adam Kamradt-Scott, dijo que al igual que los acuerdos climáticos globales, el borrador del tratado pandémico proporcionaría un nuevo foro para que los gobiernos intenten pedir cuentas entre sí, obligándolos a explicar qué medidas han tomado. El acuerdo no trata de decir a un gobierno que puede hacer y que no, dijo el copresidente de la junta de negociación del acuerdo de la OMS, Ronal Driece.

Dentro del acuerdo, existen obligaciones jurídicas vinculantes en virtud del Reglamento Sanitario Internacional, que incluye la notificación rápida de nuevos brotes peligrosos. Esas medidas ha desaparecido repentinamente, incluso por países africanos durante los brotes de ébola y de China en la primeras etapas del la COVID-19.