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Venecia inicia una prueba de tarifa de 5 euros para excursionistas como lucha contra el exceso de turismo

Venecia, una ciudad lagunar vulnerable que ha llamado la atención mundial, comenzó el jueves un programa piloto para cobrar a los turistas 5 euros (5,35 dólares) por la entrada. Las autoridades esperan que esto disuada a los turistas de evitar la temporada alta. Los días son cada vez más largos y la ciudad se vuelve más habitable con cada vez menos habitantes.

Los visitantes de la Estación Central de Venecia fueron recibidos por un gran cartel que mostró las fechas de prueba del plan que durarían hasta julio 29 con entradas separadas para turistas, residentes, estudiantes y trabajadores.
«Necesitamos encontrar un nuevo equilibrio entre turistas y residentes», afirmó Simone Venturini, responsable de turismo de la ciudad. «Obviamente necesitamos proteger los espacios de los residentes y no permitir el acceso de peatones en determinados días».

Pero no todos los residentes están convencidos de la eficacia del nuevo sistema para limitar el turismo de masas. Sostienen que sólo la revitalización de la población restablecerá el equilibrio en una ciudad llena de callejones estrechos y autobuses acuáticos llenos de turistas. Cientos de venecianos protestaron contra el programa y marcharon por la principal estación de autobuses de la ciudad con pancartas que decían «No a los billetes, sí a los servicios y al alojamiento».

Los manifestantes se enfrentaron brevemente con policías vestidos de civil, impidiéndoles entrar a la ciudad, luego se dieron vuelta para cruzar otro puente mientras eran escoltados por policías vestidos de civil. La protesta terminó pacíficamente en la plaza. Los turistas que llegaban a la estación central se topaban con tantos periodistas como propietarios, que informaban cortésmente a los extranjeros sobre el nuevo requisito de descargar un código QR para pagar sus billetes.

Arianna Cecilia, una turista rumana que visita Venecia por primera vez, encontró «extraño» que su propio país tuviera que pagar para entrar a la ciudad y viajar a través de una ruta de entrada turística separada. Se estaba quedando con un amigo en la cercana Treviso y descargaba el código QR cuando era necesario. Pero cuando vio los canales de Venecia por primera vez, se sorprendió al ver el cartel de entrada y un amigo le dijo que comprara un billete. Detrás de la entrada, empleados con chalecos amarillos realizaban controles en la estación.

Los infractores se enfrentan a multas de 50 a 300 euros (53 a 320 dólares), pero los funcionarios dijeron que el programa sigue el «sentido común». Venecia ha sufrido durante mucho tiempo las presiones del turismo y los funcionarios esperan que el proyecto piloto ayude a proporcionar cifras más precisas para gestionar mejor el fenómeno. Se espera que la ciudad reciba 4,6 millones de visitantes a hoteles el año pasado, un 16 por ciento menos que su pico prepandémico.

Sin embargo, hasta hace poco sólo era posible contar el número de visitantes diurnos que constituían la mayor parte de la afluencia de público a Venecia. Venecia superó el año pasado un hito con más de 50.000 atracciones turísticas en su centro histórico con sus pintorescos canales, más que la cifra oficial de población.